1. Moliendo la malta
Una vez malteado el grano de cebada, es necesario romperlo para que al mezclarlo con agua caliente se disuelvan en éste todos los nutrientes que el cereal contiene, con el objetivo de obtener un mosto rico en sustancias que harán las delicias de las levaduras; es un punto especialmente delicado, donde la maestría alemana aprovecha todas las cualidades de los ingredientes naturales para conseguirlo. El transporte de la malta molida desde el molino hasta la olla de maceración se realiza de forma automática por un conducto cerrado, aislado del exterior, que garantiza la limpieza del proceso.
2. Maceración de ritmo lento
Dos mil litros es la capacidad de la olla de maceración de cervezas La Pepa. En ella se añade la cantidad de malta para producir un mosto con la cantidad exacta de azúcares fermentables que darán lugar al grado alcohólico deseado. Este mosto se obtiene durante varios intervalos de tiempo a distinta temperatura; es el modo de facilitar que el almidón y el resto de componentes se disuelvan de forma idónea en el agua.
3. El filtrado del mosto
El mosto de cervezas La Pepa es filtrado de forma natural, eliminando la cascarilla de la malta de cebada o bagazo, hasta reducir al máximo las partículas sólidas. En el proceso se añaden mil litros más de agua caliente para el lavado del bagazo.
4. El secreto y cocción de nuestro lúpulo
Mantener secreto el tipo de lúpulo, de entre las noventa variedades existentes, que usamos en cervezas La Pepa, es algo que nos tomamos muy a pecho. Es en esta parte del proceso de elaboración, donde procedemos a la cocción del mosto, durante una hora, con los tipos de lúpulo seleccionados, donde se aporta el sabor y los aromas de nuestra cerveza.
5. El proceso de centrifugado
Hay una razón para que nuestro proceso de centrifugado sea cuidadoso. El modo de retirar el lúpulo y las proteínas generadas en la cocción del mosto, dependerá en gran medida la claridad de la cerveza.
6. El enfriamiento y oxigenación de nuestro mosto
En el envío del mosto desde la olla a los tanques de fermentación se le añade oxígeno para activar las levaduras y que éstas cumplan su función de una manera óptima.
7. Fermentación a temperatura controlada
La levadura a usar será distinta en función del tipo de cerveza a elaborar. Mantenemos la temperatura de fermentación controlada a un valor constante, la que se necesita para que la levadura convierta esos azúcares y el oxígeno en alcohol y anhídrido carbónico. Hasta obtener una cerveza equilibrada en sabor, cuerpo y aromas. De paladar redondo, puro, natural
8. Maduración y reposo
La maduración de la cerveza, tras retirar la mayor parte de la levadura, permite que La Pepa Lager, a baja temperatura, vaya aclarándose y sedimentando las levaduras y proteínas. Estos se irán retirando, poco a poco, durante los días que dura esta parte del proceso. Sin filtrados. Como es natural.
9. El embotellado
Finalmente, y como resultado de todo nuestro proceso de elaboración natural, envasamos La Pepa. Sin adulterar su sabor con ningún aditivo, ni proceso de pasterizado, ni filtrado. La línea de embotellado alcanza las 2.000 botellas a la hora.
Dos meses y NUEVE procesos, para tener lista nuestra Lager
Cocemos una vez a la semana para que la cerveza llegue al consumidor fresca, en su punto óptimo de cualidades. Casi recién hecha.
Con el máximo respeto al medio ambiente
Es natural que una cerveza natural respete el medio ambiente. Y como esa idea forma parte de nuestra filosofía, utilizamos energía solar para la producción de agua caliente. Regalamos los restos del grano de la cocción una vez desechado a ganaderos locales, porque es un recurso útil y sano para la alimentación de sus animales. Incluso el lúpulo y la levadura sobrante, una vez agotada su capacidad para seguir haciendo cerveza, se emplea como abono o alimento para ganado. Así nos hacemos sostenibles, y cuidamos nuestro entorno.